Sammy Wanjiru corrió los 42 kilómetros en dos horas; seis minutos y veinticuatro segundos que lo situaron a 1m14s de sus 2h05m10s que constituye su mejor marca en esta distancia que logró en Londres 2009. A sus veintitrés años, este plusmarquista africano, engrosó su cuenta bancaria con un cheque de 615 mil dólares ya que, a los 75 mil correspondientes por el triunfo, le sumó 40 mil por la marca y nada menos que medio millón por coronarse campeón del circuito mundial de maratón, una suerte de Grand Slam de los 42 kilómetros que integran otras pruebas como Nueva York; Londres y Boston. Diecinueve segundos después que el vencedor, arribó su escolta, el fondista etíope Tsegaye Kebede.
Al igual que el año pasado, entre las mujeres se impuso la corredora rusa Liliya Shobukhova y esta vez lo hizo con un registro de dos horas; veinte minutos y veinticinco segundos que constituye la décima mejor marca femenina de la historia. Superó por más de tres minutos a su inmediata perseguidora, la etíope Astede Baysa, en tanto que su compatriota Maria Konovalova se colgó la medalla de bronce.
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